Mitos y errores del Canto. Parte II
Continuamos hablándote de bulos y creencias totalmente erróneos que se encuentran en el Canto o Técnica Vocal y que, o bien no tienen ningún fundamento ni sustento científico o bien, son falacias largamente extendidas por el desconocimiento y el efecto «boca a boca». Más fantasía que en los cuentos infantiles…
1. Hay que cantar relajado
Nos encanta hacer similitudes entre la voz cantada y un automóvil.
Cuando encendemos el contacto de un coche y lo arrancamos, aún sin haber comenzado la marcha, el motor tiene unas vueltas mínimas a las que está trabajando; es lo que se conoce como «ralentí». En la voz pasa exactamente lo mismo: para cantar, necesitamos un tono y energía mínimos pues sin ellos no hay producción vocal posible y esto es lo que nos lleva al error: ¡no podemos cantar relajados como si estuviéramos tumbados al sol!
Lo que sí es cierto -y quizá, por abuso del idioma, incurrimos en el error- es que hay que cantar SIN TENSIONES; pero de ahí, a cantar relajados como durante una meditación, hay bastante trecho.
2. El apoyo vocal consiste en apretar el abdomen
¡Falso! Y esto se explica justo con la última afirmación anterior, la de que debemos cantar sin tensiones.
Si apretamos el abdomen (ya sea hacia dentro o hacia fuera) y sobre-activamos la banda abdominal, ya estamos generando una serie de tensiones musculares similares a las que experimentamos cuando levantamos peso o vamos al baño; si nos paramos a pensar la reacción de nuestra laringe, veremos que en esas situaciones, se eleva y nuestras cuerdas vocales se tensan y se cierran. Probemos a cantar en esas condiciones…
A la afirmación «te falta apoyo en la voz», le suele seguir el instinto de empujar más el aire y no podemos estar más equivocados en esta reacción pues el apoyo vocal se basa en un perfecto equilibrio entre el soporte respiratorio, el cierre de nuestras cuerdas vocales y la resonancia completa.

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3. Si me duele después de cantar es porque he trabajado a fondo
JAMÁS DE LOS JAMASES. Si después de cantar, tu garganta te duele, pica, escuece, arde o cualquier otra molestia similar, por favor, para ¡¡¡inmediatamente!!!
Ni las prácticas más atléticas de entrenamiento vocal producen esos síntomas ni tampoco es normal que experimentes afonías, disfonías, diplofonías o cualquier tipo de ruido vocal cuando hablas.
Te aconsejamos que dejes de practicar del modo en que lo haces, acudas a un buen médico otorrino especializado en laringe y, según su prescripción, tomes lecciones de Técnica Vocal con un/a buen/a profesional.
4. Súper fan de los sprays de propóleo
Has de saber que no hay estudio científico que avale la efectividad de estos productos de herbolaria.
Son muchos los productos que los cantantes utilizan para suavizar sus cuerdas vocales y los tejidos aledaños y debemos recurrir al sentido común. Ni el agua, ni los caramelos de menta y eucalipto (que, por cierto, tras esa sensación de frescor tan agradable, lo único que dejan es irritación) pasan por nuestras cuerdas vocales -nos ahogaríamos-.
«Pero, oye, es que a mí me funciona»… Entonces, no hay más que hablar. Si te gustan emplear sprays de própolis, miel, jengibre o cualquier otro preparado herbolario porque bajo tu experiencia, te resultan suavizantes y calmantes, ¡no dejes de utilizarlos!
Las propiedades de muchas plantas son indiscutibles pero ten en cuenta su origen (cultivo ecológico o no), su porcentaje en mezcla (a veces es irrisorio y habría que tomar toneladas de producto para beneficiarse de los efectos que promete) y, sobre todo, que no sea una estafa comercial que te genere una necesidad que realmente no tienes.

5. «Calentar» la voz con un par de chupitos/shots antes de actuar
Partamos del sentido común al que apelábamos antes: lo que tragamos no pasa por nuestras cuerdas vocales.
Ya sea por calmar los nervios antes de subirse a un escenario o por bulo extendido, hay muchos vocalistas que recurren a esas pequeñas cantidades de alcohol como sustituto de un buen calentamiento vocal.
Tenemos que decir que nada sustituye un buen calentamiento vocal antes de ensayar o actuar pero, en el caso del alcohol, debemos advertirte que éste deshidrata tus tejidos (de todo el cuerpo, en general, y de tus cuerdas vocales, en particular). Tus cuerdas vocales deben estar siempre perfectamente hidratadas -no solo el día del bolo- así que el alcohol les hace un flaco favor.
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